viernes, 18 de octubre de 2013

Toda mi vida rendida a tus pies

Hay momentos que no recuerdo nada
Hay momentos que no puedo olvidar
Hay momentos que por las madrugadas
Me arrepiento y empiezo a temblar


martes, 20 de agosto de 2013

... pálidos despojos de un naufragio.. ♪♫

«Es mejor haber amado y perdido que jamás haber amado».
Alfred Tennyson

Amar, soñar…
Derrapamos nuestra vida amando, soñando,
Aquello que deseamos tener, vivir, revivir,
Una sonrisa, un libro, el sonido de un grillo en las cañerías,
Todo tiene su toque maravilloso si queremos amar,
Cuando nos decidimos a dar la bienvenida al placer de las pequeñas cosas.
Y al fin, llega ese momento, ese magnífico momento,
En el que nos llenamos de felicidad, y es tanta, que nos saciamos.
Cobardes conformistas…
Es inútil cualquier intento, somos felices por lo que pasó.
Como las orugas, que trabajan arduamente por ser -sólo un día- mariposas,
Volar, ser hermosas, disfrutar, morir… felices,

Porque lo hicimos, fuimos.

lunes, 10 de junio de 2013

Los milagros no nos tienen muchas ganas...


Es necesario correr riesgos, decía. 
Sólo entendemos del todo el milagro de la vida cuando dejamos que suceda lo inesperado.

Todos los días nos dan, junto con el sol, un mo­mento en el que es posible cambiar todo lo que nos hace infelices. 
Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana. 
Pero quien presta atención a su día, descubre el instante má­gico. 
Ese momento existe: un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.

La felicidad es a veces una bendición, pero por lo ge­neral es una conquista. 
El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sue­ños. Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones..., pero todo es pasajero y no deja marcas. 
Y en el futuro podemos mi­rar hacia atrás con orgullo y fe.

Pobre del que tiene miedo de correr riesgos. 
Porque ése quizá no se decepcione nunca, ni tenga desilusio­nes, ni sufra como los que persiguen un sueño. 
Pero al mirar hacia, atrás —porque siempre miramos hacia atrás – oirá que el corazón le dice: “¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? ¿Qué hiciste con los talentos que tu Maestro te confió? Los enterraste en el fondo de una cueva, porque tenias miedo de perderlos. Entonces, ésta es tu herencia: la certeza de que has desperdiciado tu vida.”

Pobre de quien escucha estas palabras. Porque entonces creerá en milagros, pero los instantes mágicos de su vida ya habrán pasado.

-P.C.-

miércoles, 15 de mayo de 2013

Ni lo mínimo que quería ser




A los 5, quería ser una mamá,
Formé mi hombre ideal con un papá,
Hoy sería con lo que lucho por no ser o tener.

A los 9, quería ser profe de matemáticas,
Amaba los números, ¡la geometría!, anhelaba ver álgebra,
Hoy apenas recuerdo las tablas y como resolver ejercicios combinados.

A los 14, quería ser linda,
Pensaba en dietas, pintarme las uñas, no tener rollitos,
Hoy me río de todo eso, totalmente rendida a la crueldad del espejo y la balanza.

A los 16, quería ser abogada,
Leía historias sobre Roma y Grecia, porque “todo había nacido allí” -según me dijeron-,
Hoy soy Gestora Jurídica, y continúo deseando aquel título.

A los 19, quería ser amada,
O no, quién sabe, porté libertad y locura,
Hoy sólo Dios sabe si lo soy, aunque creo que sí.

Hoy tengo 25, y ya me cansé de querer,
Vivo el día a día, disfrutando de lo que tengo alrededor,
No soy ni lo mínimo que quería ser… pero todo está bien.